Simbologia y misterio en la gran necropolis

Como sabemos la simbología es una de las principales virtudes que ha desarrollado la masonería, a través de esta se puede reflejar la aplicación que posee esta orden en cuanto a un cifrado simbólico asombroso.

Puede decirse que la presencia de la masonería es visible en todo el mundo y en algunos casos esta presencia se debe a la introducción de su simbología en cualquier ámbito, ya sea en películas, libros, edificios históricos, casas particulares, en calles, en los cementerios, etc.

Retomando el rumbo hacia donde hemos dedicado nuestra investigación es decir, la ciudad de Azul, podemos ver reflejada la importancia de esta sociedad secreta en el interior del cementerio. Es allí donde puede contemplarse la mayor parte de la simbología y de manera más clara.

Precisamente en el imponente cementerio local podemos apreciar, una asombrosa arquitectura gótica, que atrae la mirada de toda persona que lo visite. Los mausoleos demuestran la riqueza y el poder que gozaban algunos de los masones azuleños.

Es sencillo encontrar la simbología en las criptas, pero es más delicado confirmar si la persona que allí yace  perteneció a la masonería, o solo plasmo algunos símbolos de la misma por gusto, moda o simpatía a la logia.

Si bien el cementerio de ya mencionada comuna es reconocido por los imponentes mausoleos y por su majestuosa portada, también es importante destacar que el mismo se divide en sectores, en los cuales se refleja de manera muy clara el estatus social, económico y religioso, de los difuntos, y sus familiares. Ingresando por la entrada principal es sencillo reconocer de manera casi inmediata el pasillo central, avanzando sobre el mismo podemos observar que desde este pasaje surgen varios pasadizos los cuales van formando un cuadrado perfecto. En el centro del mismo se encuentran algunas de las personalidades más importantes de la época (muchos de ellos masones). El simbolismo que se encuentra en este sector (el cual podemos considerar elitista), es discreto, los símbolos en esta sección se pueden interpretar de diversas maneras, es decir tienen más de un significado.

Hemos mencionado reiteradas veces el conflicto que manifestaba la iglesia católica con toda institución considerada hereje. La discriminación que sufrían tanto protestantes, judíos, y miembros de diversas religiones como así también masones era muy fuerte socialmente, a tal punto de que los mismos estaban ajenos al sepulcro en campo santo.

Este conflicto llevo a que muchos de los ajenos al catolicismo fueran sepultados en el jardín de su propia casa.

En 1871 el prelado diocesano de jurisdicción en Azul da la orden de que paganos infieles o herejes estén privados de sepultura eclesiástica.

Esta orden llega porque muchos párrocos extremistas (haciendo abuso de autor A partir de esta orden, la iglesia debe otorgar a toda persona infiel o hereje un sector en el cementerio apartado de lo que llamamos campo santo. Esta sección se reconoce como disidente. En Azul el cementerio disidente esta apartado del fragmento ya mencionado, en donde destacamos los grandes mausoleos y rompe con esta estructura lujosa que se encuentra en otro sector de la necrópolis.

En esta fracción del cementerio es notable el descuido que sufren las tumbas. En este lugar fueron plantados gran cantidad de pinos, para que no crezca el césped, y a medida que las raíces de los mismos crecen van levantando y destruyendo los nichos. Aunque parezca mentira la razón por la cual se diseño de esta manera fue sencillamente para inducir miedo en la persona que visitara esta sección. Además de argumentar falacias sobre mitos y leyendas de ultratumba originados allí.

La simbología existente en el cementerio disidente es sumamente clara (como podemos observar en la imagen que se encuentra a la izquierda del texto). Según la fecha de defunción de muchos de los masones que descansan en este sitio podemos concluir que: si bien la logia masónica “Estrella del Sud” se instala en Azul en 1868, anteriormente a este suceso ya había masones en nuestros pagos.

También atrae mucho nuestra atención el caso de Francis Fletcher quien muere el 8 de Octubre de 1894 en Olavarría, (sepultado en Azul), perteneciente a la Logia Eureka Nº 106, la misma logia es la que lo recuerda en un tallado que se encuentra en su nicho.

Podemos reconocer descubrir y reconstruir la vida de muchos miembros de la masonería, los cuales se han destacado por su impronta en nuestra ciudad, ¿pero qué hay de los masones que no han sido históricamente reconocidos? Es curioso saber quiénes fueron estos enigmáticos personajes de los cuales poco se conoce pero, conocer de ellos nos llevaría a revelar que fue de la masonería antes de que la Estrella del Sud levantara columnas en Azul.

La historia esconde misterios, que se agigantan al pasar los años, la vida de estos hombres es un enigma cada vez más grande, pero que a su vez, también, crece el deseo de saber quiénes fueron ellos.