lunes, 8 de noviembre de 2010

Azul, ciudad masónica


     La importancia que tuvo la Masonería en la ciudad de Azul, fue de gran trascendencia durante el desarrollo y el progreso de la comunidad.

          Muchas de las destacadas figuras de la ciudad, reconocidos por su ilustre labor comunitario, fueron o se vieron involucrados en la MasoneríaNo resulta ser sorpresa que, el auge socio-económico de Azul, el cual se sitúa entre los años 1880 a 1930, coincide con la plenitud de la  actividad masónica.

          La institución fue fundada el 8 de agosto de 1868 por Álvaro Barros (Jefe de la frontera, fundador de Olavarria, primer gobernador de la Patagonia, etc.) y llevó el nombre de Estrella del Sud Nº 25. Estuvieron desde sus inicios, tres honorables integrantes del ejército, el Cnel. Saturnino López, el Médico del Regimiento: Pililiano Sánchez Boado; y el ya aludido, Barros. Estos tres, constituyeron un "Triángulo". Más adelante, se iniciaron en la misma: Blas Dhers, Pedro Lavao, Jose Bares, Pedro Luostau, Joaquin Pourtale, Matias Miñana y Marcelino Riviere.
    
        Triángulo: Cuando se desea crear una nueva Logia, tres maestros solicitan a la Gran Logia (o Logia Madre) un Permiso, el cual debe ser corroborado y aceptado por el Gran Maestre (hoy en día, el Gran Maestre de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Argentina, es el M.•.R.•.H.•. Ángel Jorge Clavero) de la respectiva. Una vez conseguido el Permiso, deben esperar un lapso determinado de tiempo (el cual puede variar, siendo dependiente de la situación en la que se den los hechos), para poder iniciar nuevos miembros.       
       
        Para principios del S.XX contaba con una gran variedad de integrantes, entre ellos se destacaban: Gumercindo Cristobó, Aquiles Poyssegur, Alberto Morri, Adrian Loustou y los cinco hermanos Piazza.




(Artículo creado por: Nahuel Mirande).

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